lunes, 28 de marzo de 2016
NOTA SOBRE MI PREOCUPACIÓN FILOSÓFICA ACTUAL
Yo quiero creer en el espíritu. Pero como decía Schopenhauer:"el espíritu,¿quién es ese mancebo?". Habría que tener una filosofía propia.
Me gustaría desarrollar una filosofía espiritualista pero que no supusiera ningún compromiso ontológico de tipo metafísico con el dualismo alma-cuerpo sino que estuviera basada en razones simplemente pragmáticas relacionadas con el valor de al cultura como reino que pone al hombre por encima de lo natural, aunque en última instancia los naturalistas materialistas tengan razón y la cultura haya surgido de la naturaleza y esté condenada a reintegrarse en ella con su disolución última. Tengo algunos atisbos sobre una idea de espíritu que habría que relacionar con la voluntad y no con el entendimiento y sus objetos inteligibles. Pero tendría que leer mucho y con cuidado para desarrollarla, especialmente a Maine de Biran, un filósofo espiritualista francés del XIX, y también a Bergson, un filósofo del que me acabo de leer la antología publicada en bolsillo por Alianza Editorial y que me parece interesantísimo y con una doctrina preciosa, aunque frente a los desarrollos de la ciencia positiva sus ideas aparezcan como dogmáticas y arbitrarias, pero tal vez la filosofía solo pueda aportar ideas que resulten interesantes y pragmáticamente estimulantes y su valor de verdad, entendida esta como correspondencia con lo realmente existente, sea lo de menos.
sábado, 26 de marzo de 2016
EL BAR BELI (bar de los años ochenta en mi pueblo)
En honduras de pueblo aletargado,
en veladas de exaltaciones
rotas
por el amor irónico burlado,
allí
donde a menudo sucedía
vida tonta de parejas
idiotas,
ignorantes
del dolor exaltado,
un bareto de jóvenes había.
Vino
malo y las obras no leídas
y las
borracheras repetidas
eran
el aliciente del jaleo,
pero también las burlas
engreídas
de
vulgares muchachas no queridas
acabaron en dolor del deseo
y
soledad cierta fue tu trofeo.
domingo, 20 de marzo de 2016
ODA A LA GRUTA (discoteca de los años ochenta en mi pueblo)
No cantarás lo oscuro ni profundo,
no cantarás los sublimes anhelos
de almas en luminosos vuelos,
solo lugar inmundo
de ritmo y ruido sin alto dolor
donde nunca sucedió el gran amor,
de lo femenino elemental
noche oculta por el vulgar furor.
Canta solo el pasado entusiasmado
por alcohol banal,
noche turbia del deseo aturdido.
Como alegría oscura
era extraño tu soñar abrumado,
entre suave dolor de anhelo herido,
de la Palabra que salvara el ruido.
Los reflejos de luces macilentas
sobre ritmos de graciosas mujeres
hacían imposibles horas lentas
para germinar de altos saberes
sobre el valor social
del tiempo entonces gozado y perdido,
solo certeza del cuerpo querido
de la incluso allí mujer ideal.
Ya buscabas sentido espiritual
para el fracaso y la repetición
de la política del sufrir solo
y ser intelectual.
Todo aquello no debía ser vida,
sino grave problema cultural,
pero nunca llegaba la venida
de tu gran revelación señorial,
porque eras la miseria y torpeza
de una degenerada tristeza
en medio de inocencia
que sí era sana triunfante vida.
lunes, 14 de marzo de 2016
NOTICIA DE UNA POLÉMICA EN TWITTER
Juan G. Álvarez (@Juangregorial) | |
@AcevAsociacion perdonen que les moleste otra vez, pero es que mis nervios no me dejan leer y me aburro. pic.twitter.com/rwKPqjQQ9y
|
Descarga la aplicación de Twitter
sábado, 12 de marzo de 2016
FILISTEOS CIENTIFICISTAS
Tristes filisteos cientificistas,
viles beatos de un saber de ilotas,
quieren ser cultos y no ser idiotas
al servicio de burgueses pancistas.
Quieren ser virtuosos progresistas
los que dejan almas y Tierra rotas
y desconocen altas nobles cotas
de exaltaciones irracionalistas
Quieren que en el saber instrumental
de la inerte razón calculadora
veamos enorme bien cultural.
Pero ya su infeliz mente devora
todo furor de alma cenital,
infernal máquina depredadora.
miércoles, 2 de marzo de 2016
ANUNCIO DE UNA CRÍTICA DEL LIBRO DE GERMÁN CANO "FUERZAS DE FLAQUEZA"
ANUNCIO DE UNA CRÍTICA DEL LIBRO DE GERMÁN CANO "FUERZAS DE FLAQUEZA"
La masa , el pueblo, la gente, cuando vienen las vacas flacas y el sistema deja de funcionar satisfactoriamente, se cabrean porque ya no pueden integrarse en él tan armoniosamente como antes, pero siguen siendo incapaces de imaginar o desear cualquier forma de vida, cualquier cultura o cualquier forma de ser humanos más allá de ese sistema. Eso significan ni más ni menos y absolutamente nada más el 15-M y Podemos.
He empezado a leerme el libro "Fuerzas de flaqueza" de Germán Cano, la cabeza filosófica pensante más conocida de Podemos, y su planteamiento me está irritando notablemente. Quien crea que se puede confiar en la "gente", que hoy sigue hundida hasta las orejas en la miseria ideológica del progreso modernizador y el deseo de bienestar concebido según la imagen de la vida buena que impone la tecnociencia y la cultura de masas, para impulsar una transformación social que vaya más allá del simple recambio de élites dirigentes hacia una vida humana más rica, más plena, más noble y más intensa, no tiene ni idea del mundo en el que estamos. La pequeña élite académica podemita, como la representada por el autor del citado libro, vive en su gueto universitario y no se entera de que ese pueblo al que apela está compuesto por masas pequeñoburguesas que ni quieren ni saben imaginar el cambio político, social y cultural que el sinsentido humano del actual sistema exigiría. Hoy el pueblo, como apunta Marcuse en ""El hombre unidimensional", es una fuerza reaccionaria, y eso no ha cambiado porque unos jóvenes que lo único que quieren es la integración en el sistema facilitada por un llamado Estado del Bienestar salieran a la calle el 15-M o porque Podemos con un programa tendente a asegurar un bienestar social de las masas, no cuestionado en sus fundamentos antropológicos, este ya en el Congreso.
Mientras no se ataque la ideología de masas del progreso, la modernidad, el bienestar y la bondad esencial del mundo técnico y no se consiga vencerla, el pueblo seguirá sin servir para apoyar en él una transformación radical de la sociedad que alumbre una nueva civilización, necesaria para evitar la caída en la barbarie y en un estado de naturaleza que arrase definitivamente todo valor superior de la existencia humana.
Como la complejidad funcional del sistema se ha hecho indómita y la opacidad ideológica de las masas es ya invencible y no es posible que se les pueda hacer ver que pueden existir formas de vida mejores y necesarias para la conservación de la especie al margen de la imagen de la vida buena modelada por la tecnociencia y la industria del entretenimiento, sin olvidar la meritocracia pequeñoburguesas del trabajo que sigue imperando por debajo de todo ello, lo que hay que hacer es renunciar a toda política transformadora y buscar una salida cultural privada mientras sea posible una vida asegurada por el sistema de democracia formal y el Estado social y de derecho. De esa salida cultural de autoafirmación privada e individualista el desprecio de las masas es un ingrediente necesario y al que no se debe renunciar, porque es la existencia de un material humano insalvable culturalmente lo que condena al mundo social existente a la falsedad de no representar la posibilidad de realización de las potencialidades humanas más valiosas.
Amenazo con terminar de leerme el libro de Germán Cano y tratara de completar la crítica del mismo aquí anunciada.
La masa , el pueblo, la gente, cuando vienen las vacas flacas y el sistema deja de funcionar satisfactoriamente, se cabrean porque ya no pueden integrarse en él tan armoniosamente como antes, pero siguen siendo incapaces de imaginar o desear cualquier forma de vida, cualquier cultura o cualquier forma de ser humanos más allá de ese sistema. Eso significan ni más ni menos y absolutamente nada más el 15-M y Podemos.
He empezado a leerme el libro "Fuerzas de flaqueza" de Germán Cano, la cabeza filosófica pensante más conocida de Podemos, y su planteamiento me está irritando notablemente. Quien crea que se puede confiar en la "gente", que hoy sigue hundida hasta las orejas en la miseria ideológica del progreso modernizador y el deseo de bienestar concebido según la imagen de la vida buena que impone la tecnociencia y la cultura de masas, para impulsar una transformación social que vaya más allá del simple recambio de élites dirigentes hacia una vida humana más rica, más plena, más noble y más intensa, no tiene ni idea del mundo en el que estamos. La pequeña élite académica podemita, como la representada por el autor del citado libro, vive en su gueto universitario y no se entera de que ese pueblo al que apela está compuesto por masas pequeñoburguesas que ni quieren ni saben imaginar el cambio político, social y cultural que el sinsentido humano del actual sistema exigiría. Hoy el pueblo, como apunta Marcuse en ""El hombre unidimensional", es una fuerza reaccionaria, y eso no ha cambiado porque unos jóvenes que lo único que quieren es la integración en el sistema facilitada por un llamado Estado del Bienestar salieran a la calle el 15-M o porque Podemos con un programa tendente a asegurar un bienestar social de las masas, no cuestionado en sus fundamentos antropológicos, este ya en el Congreso.
Mientras no se ataque la ideología de masas del progreso, la modernidad, el bienestar y la bondad esencial del mundo técnico y no se consiga vencerla, el pueblo seguirá sin servir para apoyar en él una transformación radical de la sociedad que alumbre una nueva civilización, necesaria para evitar la caída en la barbarie y en un estado de naturaleza que arrase definitivamente todo valor superior de la existencia humana.
Como la complejidad funcional del sistema se ha hecho indómita y la opacidad ideológica de las masas es ya invencible y no es posible que se les pueda hacer ver que pueden existir formas de vida mejores y necesarias para la conservación de la especie al margen de la imagen de la vida buena modelada por la tecnociencia y la industria del entretenimiento, sin olvidar la meritocracia pequeñoburguesas del trabajo que sigue imperando por debajo de todo ello, lo que hay que hacer es renunciar a toda política transformadora y buscar una salida cultural privada mientras sea posible una vida asegurada por el sistema de democracia formal y el Estado social y de derecho. De esa salida cultural de autoafirmación privada e individualista el desprecio de las masas es un ingrediente necesario y al que no se debe renunciar, porque es la existencia de un material humano insalvable culturalmente lo que condena al mundo social existente a la falsedad de no representar la posibilidad de realización de las potencialidades humanas más valiosas.
Amenazo con terminar de leerme el libro de Germán Cano y tratara de completar la crítica del mismo aquí anunciada.
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