miércoles, 11 de diciembre de 2013

NOTA SOBRE EL INCONSCIENTE Y EL PELAGIANISMO

  NOTA SOBRE EL INCONSCIENTE Y SOBRE EL PELAGIANISMO.

La doctrina psicoanalítica del inconsciente no dice, como yo le escuché decir a alguien que hacía una lectura "burguesa" de lo que había llegado a sus oídos de Freud, que hay algunas personas, que serían siempre "los otros", que albergan tendencias destructoras y moralmente malas en su inconsciente, sino que todos albergamos esas tendencias en nuestro inconsciente. Y ello está, por cierto, en consonancia con la doctrina cristiana del pecado original, que, también por cierto, muchos creyentes que usan de la religión como un medio de asegurar la creencia en que ellos representan lo bueno y querido por Dios no tienen nada clara y más bien caen en una cierta forma de pelagianismo, según el cual ellos son buenos por naturaleza, ellos son los que conocen los valores morales objetivos, lo que es bueno por naturaleza y por eso Dios le debe su Gracia. El gusto que muchos católicos intelectuales sienten por la teoría de Max Scheler sobre la objetividad de los valores aprehensibles  por medio de la intuición de esencias es una forma completa de pelagianismo.
Sobre esto del pelagianismo hay que recordar que grandísimos cristianos como S. Agustín han insistido en que la peor infatuación pecaminosa del hombre consiste en que éste se crea bueno por sí mismo, por su propia naturaleza, por ser una individualidad no corrompida. San Agustín pone el siguiente ejemplo: ¿cómo es posible que Dios permita que en las guerras que producen sangre y destrucción muchachas vírgenes que parecen cumplir con todas las virtudes y ser la encarnación de  la inocencia sean violadas, torturadas y asesinadas? Pero estas vírgenes, dice San Agustín, al creerse virtuosas por sí mismas y estar seguras de su total valor moral bueno, ¿no habrían incurrido en un fatal pecado de orgullo peor que los que habrían cometido si hubieran sido viciosas?