domingo, 10 de junio de 2012

ANTE LA ACTUAL SITUACIÓN POLÍTICA

No estoy dispuesto a participar en la campaña de acoso y derribo a Rajoy emprendida por una izquierda, la de la "pequeña progresía", que sólo tiene como perspectiva real y objetiva favorecer el revanchismo politiquero de la socialdemocracia. El primer deber de una izquierda auténtica y madura es articular teóricamente una alternativa socialista emancipadora al capitalismo y hacer pedagogía de ella. Y en segundo lugar plantearse seriamente y con todas las consecuencias las condiciones necesarias para una toma del poder que permita realizar esa alternativa. No vale decir que esa alternativa ya existe, pues no se trata de que exista en círculos marginales intelectualizados, sino que debe ser una alternativa que pueda encarnar en un movimiento de masas con capacidad real y práctico-concreta para tomar el poder. Mientras esta alternativa y su capacidad real de producir la transformación social falten, todo lo que se haga será puro aventurerismo objetivamente favorecedor, como he dicho, de los intereses politiqueros de unos socialdemócratas que piensan que como ellos son más guapos, más listos y más cultos todo irá mejor si son ellos los que gestionan la crisis del capitalismo y pueden repartir sus prebendas politiqueras entre su clientela.

lunes, 4 de junio de 2012

DIRIGIDO A ALGUNOS "PROGRES" E IZQUIERDISTAS FILOSÓFICOS

Me parece una postura totalmente insostenible filosóficamente mantener en lo concerniente a los principios lógicos, metafísicos y éticos una actitud de relativismo escéptico, seguramente por la motivación psicológica de que eso queda muy "snob" y muy "progre", y luego estar seguro de las verdades políticas y culturales del izquierdismo (la Iglesia es mala y pesetera, todo derechismo es ideología neoliberal rapaz y explotadora, la derecha es inculta, etc.) , entendido en el sentido del progresismo ilustrado. Más legítimo me parecería considerar que hay evidencia de los principios filosóficos pero que de ellos no podemos deducir la verdad de proposiciones concretas, relativas a cuestiones vitales, en el sentido más amplio del término, que están sujetas a perspectivas contingentes. Nunca me he entendido políticamente con algunos miembrso de la "pequeña progresía", como yo digo, porque su izquierdismo, como suele ocurrir en el caso de hijos de familias situadas en esa tradición, se basa en el resentimiento y el odio hacia los burgueses derechistas, mientras que mi izquierdismo ha sido siempre una manera de racionalizar mi descontento con el mundo capitalista y moderno, actitud ésta que también es es un hecho psicológico pero que tiende hacia un sentido espiritual que falta totalmente en la primera clase de izquierdismo.